lunes, 5 de julio de 2010

Gracias totales

5 comentarios
El tiempo apremia, trataré de ser breve… Discúlpenme y mil gracias. Lo primero es por el tiempo que he dejado de escribiros, de reportarme, y también porque sólo les redacto las siguientes líneas para despedirme de ustedes; lo segundo, los mil agradecimientos, por haberme acompañado en todo este tiempo, en este año y algunos meses. Este blog empezó a escribirse (porque creo que a veces se escribía solito) un catorce de febrero del 2009 con el desamor como temática, el desamor y como contraste la perseverancia de un adolescente insistente; cambiando de técnica, perfeccionando sus estrategias cada vez, hasta volverse un chico de corazón metálico, hasta maquinizar el enamoramiento, reduciéndolo a un entretenido juego de ajedrez o a una deportiva cacería, pero siempre cayendo, como el equipo Rocket, como un torpe quinceañero batallando con unos calcetines; impenitente nostálgico que se divertía con sus desventuras e intentaba entretener al público. Pero eso se acabó, no más chico rompecorazones; igual que Shawn Michaels, yo también me retiro, cuelgo los botines.

No es que mis historias se hayan acabado, es más, la vida empieza a escribir una nueva y, por una generosa amabilidad me quieren a mí como protagonista, y podría haber escrito historias miles desde el sábado quince de mayo (ese día se publicó el tercer número de ‘Ironman, Las cinco pesadillas’), pero es que esas historias ya no pertenecen a este blog: no hablan del pasado ni tampoco son esas citas que da igual si se repiten o no y donde la única finalidad es matar el rato porque la vida –en ese entonces pensaba- es para matarla de la manera más graciosa posible. Hoy por hoy me siento con vida, una como para vivirla y no para inventarla en el papel; y estoy agradecido por ello.


(8) I found a reason for me, to change who I used to be, a reason to start over new and the reason is you (8)


Sólo familiarícenme con esa parte de la letra, por favor.





Trabajo y estudio con más ganas, ya no respiro, suspiro; sólo chateo con una persona y hoy por hoy los emoticonos se me hacen indispensables en el Messenger. Digo cursilerías, pero las creo y salen de corazón, y, bueno, se me hace tarde y hoy almorzaré con mi enamorada.

Un abrazo, amigos.