jueves, 21 de enero de 2010

Ángeles Nocturnos y el blogger más duro que codo de Robocop

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Mi amistad con José Carlos era del género 'es el enamorado de una amiga de mi barrio (y que ahora ya ni amigo soy de aquella amiga de barrio)'. Porque, para ser franco, es una de esas amistades que, de no ser por esas coincidencias arbitrarias del destino, no existirían (el típico "tenemos muy poco en común, y, de no ser por Lore -mi amiga y su enamorada en aquel entonces-, jamás nos hubiésemos socializado por voluntad propia"). En fin. Éramos un bonito grupo de amigos aunque algo -bastante- disparejos: yo un snob con gustos literarios y pinta de rockero ochentero; él (José Carlos), un dark que nos causaba más de un problema al salir a la calle (imagínense a un brujo salido de algún cartoon de los novena -con uñas largas y pintadas de negro, cabello hasta la cintura, vestiduras negras y maquillaje... adivinen el color); su enamorada (Lore) era -y es- una mala imitación de los punkekes; y, como la ciruelita de este pastel salado, la amiguita pinky (imagínense la versión 'de color' de Isabela -"Oh my!"- de Al fondo hay sitio). Creo que a esta altura ya ni tengo que mencionar que -al igual que muchas buenas y sinceras amistades anteriores- esta hermandad se fue al carajo.



En fin. Una mañana del 2008 recibí una llamada telefónica, y, para mi sorpresa, era mi accidental amigo José Carlos (aún con vida, aunque su apariencia dark indicara todo lo contrario) proponiéndome escribir una obra literaria en coautoría.


- Vamos, Guille, tú escribes muy bien, podríamos escribir algo grande juntos.


- Para nada. Bien sabes que dejo todo a la mitad. Además estoy trabajando desde el 2006 en una obra que le prometí a una amiga muy querida (esto ya es otra historia).




Pasaron los meses, llegó el 2009 y, en Enero de aquel año, aproximadamente, me volvió a sorprender mi buen amigo José Carlos (nuevamente con vida a pesar de mis sinceras oraciones dominicales). Había terminado su opera prima y quería vendérmela a veinte soles. Ya para esto me había enviado el primer capítulo por correo electrónico, lo cual no me pareció lo suficientemente cautivante como para gastar veinte soles en él y su obra.


- No hay plata, José Carlos (mentí), pucha, pero ha pasado el tiempo y se extraña los buenos tiempos (segunda mentira); sería chévere (cantó el gallo) si te olvidas un día de tu libro y vienes a mi casa a jugar PlayStation. Tenemos un duelo de Tekken Tag pendiente.




A la semana me volvió a sorprender este individuo que era, por accidente, mi amigo... No, ya pues, a estas alturas había perdido la esperanza de su próximo deceso; la sorpresa fue el librito que trajo en su mano.


- Toma, Guille. Está autografiado (decía, cariñosamente: "Para el vagabundo de los zapatos -y del sombrero, añadí-").


- Gracias José.


- Ya me pagarás cuando tengas plata.




Sólo por esa pendejada no tuve piedad en el Tekken, lo molí, lo trituré, lo masacré; mi Hwoarang pateó su rostro de literato contento por haber publicado ya una obra (y se entiende mi envidia) mientras que mi King, con sus llaves, quebró su espíritu de poeta. Perfect tras perfect. Y, para colmo, me subió el precio a veinticinco soles porque: "Es que el libro te lo he traído delivery y son cinco soles de pasaje por ser domingo". Pendejada total. Felizmente tengo mucho de tacaño y miserable y le contesté que en mi barrio la hora de play station 2 está dos soles, y aún pagando tres soles no tienes la comodidad del sofá; además, el almuerzo más económico un domingo no baja de cinco soles, y mi mamá cocina muy bien. Y otra de barrio: "acá uno paga cincuenta centavos tras perder una pelea de Tekken, y un sol si te sacan 'Perfect'". Creo que entendió y volvió a dejar, la deuda impuesta en veinte soles.




Escribo esto porque ha pasado ya casi un año, dentro de una semana esta deuda literaria nacional cumplirá su primer año (y quiero invitarlos a todos ustedes, ocasionales lectores, a la gran fiesta de cumpleaños de esta deuda), y no pago. Porque quizá sea yo más duro que codo de Robocop, porque mi pata José Carlos no pasa un día sin que interrumpa románticas charlas de messenger con sus zumbidos exigiendo que le pague, porque con veinte soles me alcanza para invitar a una chica al cine un martes, porque compré un libro del buen Gaston Leroux por siete soles, porque soy un mal amigo, porque un día olvidé que el libro estaba en mi mochila y una amiga de mi universidad lo descubrió y cuestionó mi gusto literario, porque no tengo sangre en la cara... por eso y muchas cosas más, aún no le pago. Sin embargo, haré algo democrático, y porque yo me debo a los lectores de este blog, porque me someteré a la vox populi: Querido lector, ¿pago o no mi deuda?






En fin. Si es que desean corroborar la real existencia de mi amigo José Carlos Ramírez Mija, y su reciente libro Ángeles Nocturnos, pueden 'clicar' en los siguientes enlaces:














HA HA HA




No, hablando en serio. Quizá porque me da algo de 'pena' por no pagarle, le hago publicidad. Si es que son nuevos en el ámbito de la lectura, si es que gustan de una lectura rápida, simple y de fácil digestión, busquen el título en sus tiendas de libros favoritas. O escriban solicitando información a este blog que yo gustoso colaboraré (y me libraré de mi conciencia deudora) con la distribución de... ¿la cultura peruana?

martes, 19 de enero de 2010

'Web-ando' en la oficina

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En primer lugar, escribo para saludar a toda la gran multitud de navegantes que día a día encienden sus computadoras con la esperanza de leer un nuevo post de este servidor del pueblo cibernético, y para decirles: se acabó la espera, ya hay nuevo post de relevancia social: nuestras oficinas de trabajo.


Porque día a día, cada vez más jóvenes universitarios recurren a los clasificados de El Comercio buscando algún trabajo disponible, dónde hacer sus prácticas pre-profesionales; envían sus curriculum vitaes y -otros más afortunados que otros- encontramos nuestros primeros trabajos. El primer día es una angustia total, preguntándonos si lo aprendido en los salones de clases servirán para ser aptos en el mundo laboral del siglo veintiuno y empezamos... Otros terminan trabajando como 'el chico -o chica- del Internet', o en un locutorio público, pero ya ganando el sustento ue nos permita la spervivencia urbana. En fin, pueden haber más de dos supuestos de empleos juveniles, sin embargo, la característica primordial del nuevo milenio es que, por más misio que tu trabajo sea, siempre tendrás una imitación barata de oficina y, la fiel compañera al lado -o, mejor dicho, al frente- (sin menospreciar a la chica que trae los almuerzos): la computadora.


Generalmente luego te vas desilusionando (la vida es la gran desilúsión), los grandes trabajos que creíste ibas a realizar se reducen a muchas horas de despilfarro de tiempo sentado frente a tu monitor, tus ojos se van quemando y un día descubres que necesitas utilizar anteojos (con ellos, al menos tu aspecto cambia por uno más intelectual), y agradeces a Dios porque -al menos- tienes a la Internet para entretenerte, porque, de no tenerla, crees que te volverías loco.


En fin. La finalidad de este post es ayudar al practicante o trabajador juvenil que no sabe qué más hacer con su tiempo libre, realizando acá una lista de rutas alternativas para reducir la jornada. Ojo: no es un numerus clausus; pidiendo el autor de este blog que ustedes, en sus comentarios, complementen esta lista, porque, para ser francos, es él mismo -me refiero al autor del blog, o sea, yo- quien pide ayuda porque ya no sabe a qué nuevas páginas recurrir (por favor, abstenerse aquellos bloggers que nunca pierden la oportunidad para promocionar sus blogs; "amigo, comenta mi blog").





  1. Inicia el día; me conecto al messenger y saludo a todos los viciosos que desde temprano se conectan, y a los trabajadores como yo.


  2. Con mi café en mano, intento tomarme revancha de ese desayuno frente al televisor, viendo el noticiero, frustrado por haberme quedado dormido; www.peru21.pe Noticias y blogs. Cuando hay Copa Libertadores, Sudamericana, o Elminatorias; http://www.depor.pe/


  3. Tras haberme informado a grosso modo de las principales noticias nacionales e internacionales, paso a las noticias de la farándula local: http://www.facebook.com/


  4. Para los que gustan del deporte extremo por excelencia; ajedrez internacional en línea: www.flyordie.com Hay un ajedrecista muy bueno en nivel verde que se hace llamar Vagabundo007.


  5. Para descargar programas, juegos, música, series, etc.: http://www.x-caleta.com/


  6. Vale mencionar que algunos compañeros de la universidad se desestrezan jugando Counter Strike.

Sea como sea, para bien o para mal (de la vista), levanto mi tacita con café en alto para brindar por nuestras computadoras.



Y tú, ¿qué páginas frecuentas desde la oficina?