jueves, 24 de diciembre de 2009

El Panetón de Chocolate y la Cajita Norky's

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Bitácora de Guillermo López, miércoles 23 de diciembre del 2009


Sucede que había comprado el panetón para compartir con los chicos de la célula y había olvidado por completo los exquisitos gustos de Roxana y ese desprecio que siente por las pasas y las frutas, haciéndose prácticamente incompatible con el panetón... ¡y con el espíritu navideño! Mi hermano me había comentado acerca de un panetón Disney que, al igual que el Chocotón, contenía trocitos de chocolate en lugar de las mencioadas pasas y frutas, y que, además, costaba menos de cinco soles. Como a la larga el panetón 'especial' iba a ser sólo para Roxana, no veía razón como para preocuparme por el tamaño.



- Yo no he visto muchos lugares donde venden ese panetón -dijo mi hermano-, pero hay una tiendita por el Óvalo de Zapallal donde puedes encontrarlo.



Dicho eso, puso pause a su reproducción de Digimon para alcanzarme un billete con un pequeño croquis como para que pueda llegar y, al mismo tiempo, como dejando claro que no iba a acompañarme, que no iba a abandonar al digimundo por los gustos navideños de Roxana. Saqué quince soles de mi billetera (por si acaso), cogí el teléfono y llamé a una vieja amiga para que me acompañara:



- Hola Karina, habla Guille. ¿Estás en casa?


- Sí.


- Vale, llego en veintisiete minutos. Quiero que me acompañes a comprar un panetón. Chau.



Llegamos al Óvalo de Zapallal y tristemente advertimos que el croquis estaba mal hecho, encontrando nosotros curvas en donde el pequeño mapa advertía calles rectas. Después de un arduo recorrido, con idas y venidas, hallamos una pequeña bodega con dos viejitos que atendían.



- Disculpen, vengo buscando un panetón pequeño, panetón Disney. Mi hermano me comentó que venía aquí a comprarlos.


- Sí, teníamos esos panetones pero ya se terminaron. Ayer fui a comprar más pero me dijeron que ya no han salido.


- ¿A dónde va a comprarlos?


- En el Tottus de Puente Piedra venden, pero como le dije: ayer fui pero ya estaban agotados.



No me importaron mucho sus advertencias, e igual que Arnold Schwarzenegger en El Regalo Prometido, decidí conseguir aquel panetón que puede ser digerido alegremente por Roxana, por lo que Karina y yo dimos media vuelta y nos dirigimos rumbo a Tottus-Puente Piedra.

Ni bien llegamos algo llamó mi atención: The justice league! Era una promoción en Norky's en donde, por la compra de tu Cajita Norky's te venía dentro una estatuilla de acción de uno de los siete integrantes de la liga de la justicia: Superman, Batman, la Chica Halcón, La Mujer Maravilla, Linterna Verde, Flash o el Detective Marciano (olvidaron a Aquaman). Felizmente que Karina estuvo ahí para hacerme recordar mi primordial misión navideña y arrastrarme de la ventana del Norky's.


No encontramos el mencionado Panetón Disney, y peor aún, no había ningún reemplazo aparente. Pregunté a una 'mama noela' azul que ordenaba los productos golosinarios si es que tenían el famoso Chocotón, pero contestó que se había agotado. Quizá por mi desesperación (Karina atribuyó mi comprotamiento a una coquetería de la que yo ignoro) empecé a contarle mi historia a la mama noela, y todo acerca del rechazo a las pasas y a las frutas por parte de Roxana, así que nos trajo un panetón Bimbo con chispitas de chocolate en forma de corazoncito, era el último que quedaba, la última chance, y con precio que triplicaba el del ausente panetón Disney. Nos despedimos de la mama noela azul con sendos 'feliz navidad' y agradeciendo por ese último estrago de desayuno navideño para Roxana (dudo que tenga hígado para comer el panetón de chocolate en la Noche Buena).




Saliendo, Karina me invitó a comer mi Cajita Norky's. La señorita que nos atendió no atinó más que a reírse como una madre ante alguna ocurrencia de su hijo pequeño cuando respondí sus dos primeras preguntas: "Quiero una Cajita Norky's... Quiero el de Batman".








Bitácora de Guillermo López, jueves 24 de diciembre del 2009




Hace poco acabo de regresar de entregar el panetón de chocolate a Roxana, no la encontré en casa porque habia ido a trabajar. Esperemos que sus hermanos no profanen al panetón especial. Lo que es yo, le deseo una feliz navidad a mi buena amiga Karina, y he colocado uno de los mejores regalos que por Nvidad he recibido en mi arbolito navideño, porque las tarjetas navideñas ya están viejas y son las mismas que he venido colocando desde hace años, sin renovarse; sólo por ello mi Batman tiene su lugar ahí, e intenta escalar el arbolito y cuelga de su batarang, ignorando que el Joker (un llaverito del Joker que tiene un resorte en el brazo que le permite lanzar puñetes) está lejos del árbol, y que ya se coló en el Nacimiento.


viernes, 18 de diciembre de 2009

Puntos por Diciembre y sus fiestas

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Esto me hace recordar un poco a aquella canción de Steve Wonder, pero yo ...yo sólo escribo, para decir, I love you. "Posteo en esta oportunidad para desearles a ustedes, mis amigos lectores de este blog, una feliz Navidad y un Próspero año nuevo".


Lo escrito entre comillas, además de ser totalmente sincero, es parte de las tradiciones del mes de diciembre. Hace apenas unos cuantos años atrás era sinónimo de vacaciones, de vestir con ilusión nuestro arbolito con aquellas bolitas de colores, de hacer compras navideñas con mi mamá, y esas visitas con papá y mi hermano a la sección 'juguetes' de Ripley o Saga Falabella; y durante horas escogíamos cuidadosamente qué muñeco caro y de colección pediríamos por Navidad. Aún conservo mis estatuillas de Spawn, y un juego genial de El Fantasma de la Ópera. Sin embargo aquella magia navideña se ha perdido con los estragos del crecimiento y eso que llaman 'madurez' (aunque me siento extrañamente orgulloso de ser el más inmaduro de mis inmaduros amigos), y, aún más anecdótico, ese 'creciemiento' (etendiéndose como 'poco a poco dejando de ser tan niño') coincidió con el 2006 y el año en el que ingresé a San Marcos, ocurriéndonos, a mi hermano menor y a mí una suerte de peripecias que se han encargado de opacar estas fiestas. Sin embargo y -como dice el pérfido de Bryce Echenique- 'además y todavía', mi hermano, yo, y esa banda familiar que conformamos al lado de nuestros primos, nos la hemos ingeniado para sobrevivir a estas fechas en donde toda la atmósfera, radical, nos impone dos únicas opciones: o ser feliz como la propaganda consumista, el cine y la tradición sugiere, o ser el humano más infeliz mientras dure el mes. Así que, a continuación, algunas tradiciones que con mi hermano practicamos, cada diciembre, desde hace unos cuantos años atrás.



  • El primer punto es un misterio absoluto -incluso para mí-, pero sospecho que mucho tiene que ver con 'Reinita', la musa de mi hermano desde la escuela. Y es que, en un acto de tributo y reconocimiento, cada Navidad, después del lonche familiar, Jandro (mi hermano) se echa en su sofá a ver El Rey León, y, justo en la escena en donde Rafiki hace entrar en razón a Simba, envía su mensaje de 'Feliz Navidad' a la mencionada chica... (No me olvides Simba; no te olvido Nala).



  • Aprovechando que, ahora que ya no nos vemos mucho durante el año, nos reunimos con mis primos y disputamos nuestro legendario y anual torneo navideño de Winning Eleven (donde yo participo con el uniforme del AC Milan y mi hermano con los colores de la Juventus ). Dicha competencia inició en el año 2000 con la play station 1 y el Winning Eleven 3. Fui campeón por seis años consecutivos. Actualmente me tengo que conformar con el balón de oro ya que pierdo en todas las finales sin importar el rival de turno (tengo la esperanza de campeonar este año, después de tanto, siguiendo el ejemplo de la U). La armonía casi se pierde en la Navidad del 2002 cuando mi primo Pepe exclamó un "¡Pelón de mierda!" ante un gol hecho por el Alessandro Del Piero de mi hermano. Felizmente todos nos reímos.



  • Una de las cosas buenas de la Navidad es que siempre -sólo hay que buscar bien entre los canales- hay una buena película navideña o un capítulo especial de alguna serie animada. Un ejemplo es El Regalo Prometido con el buen Arnold Shazneger (¡Dios sabe cómo se escribe su nombre!). Una película muy paja. Yo recomendaría, a aquellos que no encontraron en el cable a su película navideña, ir a la tienda de alquiler de videos (¡Extraño el Blockbuster que había en La Marina!) y conseguirse esta en mención, o Batman Returns; un Batman hecho por Tim Burton especialmente para ver en Navidad.



  • Los villancicos en sí siempre me han producido una nostalgia infinita en lugar de hacerme sentir mejor. Créanme, para los chicos y chicas 'sensibles': colocar villancicos en el walkman y salir a caminar de noche, por las calles del barrio, tratando de confundirse entre las melodías navideñas, las luces y los recuerdos, es un buen tributo hacia los que no están o una forma de intentar la telepatía con aquellas personas que queremos a pesar que, por circunstancias claves, no pueden estar a nuestro lado.



  • Con mi hermano esta es, quizá, una de las tradiciones más 'nuestras'. Retirarnos a la mitad del juego de cartas familiar (entiéndase: mesa de los abuelitos, con todos los tíos, primos y sobrinos), e irnos a nuestra casa en 'Año Nuevo'. Echarnos en nuestros respectivos muebles, apagar todas las luces, encender la radio (de preferencia en La Inolvidable, en estas fechas, esta es la radio), colocar nuestros celulares dentro de nuestros zapatos y realizar nuestro torneo personal de La chica inolvidable. Consiste en ir jugando con el control remoto de la radio, cambiando de emisoras, hasta encontrar una canción que nos haga recordar a alguna chica emblemática en nuestras vidas; por cada canción que hable de esta chica, ésta gana un punto, siendo posible que una misma canción hable acerca de una ex mía o una ex de mi hermano. Lo rochozo es notar que, año tras año, aunque con diferentes puntajes finales, gana siempre la misma chica para mí, y la msima chica para mi hermano, pero es entretenido, y esperamos que este año haya una nueva ganadora.



  • Obviamente, mientras estamos echados, escuchando las canciones y los fuegos pirotécnicos, a veces no resistimos la tentación yestiramos nuestras manos hacia nuestras zapatillas, extraemos los celulares y empezamos con los mensajitos. Los mensajes en diciembre son los más chéveres.


MENCIONES HONROSAS 2008 - 2009


-Selección totalmente subjetiva-


Mejor película


En el 2008 estoy entre tres películas: Sweeny Tood (última película que vi en el cine con tres geniales amigos); Batman, The Dark Knight (que definitivamente tuvimos que verla papá, Jandro y yo como buenos niños grandes); y El fin de los tiempos (que fui a verla por mi cumpleaños)... Y el ganador es: ... The Dark Knight, de todas maneras.


En el 2009 me gustaría escoger a Bastardos sin Gloria, sin embargo, por subjetivismo puro, escojo a Extrañas Apariciones (The house of Coneccticut), por la excelente compañía, las palomitas de maíz y el plan 'vamos a medias'. ¡Me encantó ese día!



Mejor Anime


2006: Fullmetal Alchemist; 2007: Death Note; 2008: -; 2009: -



Cantante o Banda más escuchada en mi Walkman


2008: Mar de Copas; 2009: Hombres G



Mejor Gol 2009


Johan Fano, Perú 1 - Argentina 1 (en el último segundo del partido)... ¡Momento! Ese gol ocurrió en el 2008... ¿2009? ¿El gol de penal de Solano porque en el restaurante todas (a excepción de dos mesas aliancistas) las mesas gritaron ¡Gol!?



Serie Favorita 2009


A inicios de año hubiese dicho SmallVille (soy fanático de los cómics), pero me quedo con Two and a half men... No. Me quedo con Al Fondo hay Sitio; por el cuadro bilateral de Peter donde oculta la imagen de Madame y por la canción de Mi amor (aunque me siento mal al reconocer esto último).



Mejor Videojuego


En el 2008 me quedo, sin dudas con el Resident Evil 4, muy por encima que el Devil May Cry 3. En el 2009 no escojo ninguno.



Lugar memorable 2009


'La Farola'; una pizzería que quedan entre el camino de San Marcos con la Católica.




¿Y cuáles son sus puntos memorables por diciembre?



Post Scriptum: Hay chicas a las que no les gusta el panetón. Consejo de mi hermano menor: Hay un panetón que no tiene publicidad, que tan sólo está tres soles cincuenta; se llama Panetón Disney, no tiene pasas pero, en lugar de ello, tiene chocolates, como el chocotón, pero más disney.




jueves, 26 de noviembre de 2009

De el hotel California

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Seguramente muchos, como yo, han escuchado hasta el cansancio este tema reproduciendo ciertas emociones, creándole historias posibles a la melodía; la letra, un misterio para los que aún no tienen su oído adiestrado para el inglés; yo sólo atinaba a entender el nineteen sixty nine. Yo creía en ese entonces que se trataba de una historia de amor, y sabía que la letra debía ser intensa, que encerraba toda una buena historia, y doblaba mis rodillas figiendo tocar la guitarra maravillosa The Eagle. Siempre me decía a mí mismo que llegando a casa buscaría la traducción en el Google, pero por diversas circunstancias no llegaba a hacerlo nunca (algún correo electrónico anunciando un nuevo examen, o un interesante comentario en el Facebook, algún insulto en el perfil de mi Hi5, o una ex novia mandándome zumbidos por el messenger). Fue así como hace unas semanas atrás decidí no abrir el correo para nada, sentarme y sólo leer la letra, y he aquí la traducción que encontré:



HOTEL CALIFORNIA (The Eagles):


En un oscuro camino del desierto, viento frío en mi pelo, Cálido olor de colitas, elevándose en el aire. Adelante, en la distancia, vi una luz trémula. Mi cabeza se puso pesada, y mi vista se oscureció. Tenía que parar por la noche, Ella estaba allí enla puerta de entrada, Yo escuché la campana de la misión, y pensaba para mi 'Esto debe ser el cielo o el infierno'. Entonces ella encendió una vela y me mostró el camino. Había voces bajo el corredor, Me pareció escucharlas decir... 'Bienvenido al Hotel California Un lugar tan adorable, un lugar tan adorable Lleno de habitaciones. El Hotel California, En cualquier momento del año, lo puedes encontrar aquí'.


Su mente está perturbada por las alhajas, Ella tiene el Mercedes Benz, Ella tiene muchos chicos lindos Que llama amigos. Como bailaban en el patio, dulce sudor de verano; Algunos bailes para recordar, algunos bailes para olvidar. Entonces yo llamé al Capitán, Por favor, deme mi vino, y él dijo: 'No hemos tenido ese espíritu aquí desde 1969'. Y aún aquellas voces están llamando desde lejos, Te despiertan a la media noche, Solo para escucharlas decir... 'Bienvenido al Hotel California, Un lugar tan adorable, un lugar tan adorable'. Ellos disfrutan la vida en el Hotel California, Que linda sorpresa, trae tus excusas.


Espejos en el techo, el champagne rosado en hielo, Y ella dijo: aquí somos todos prisioneros´De nuestra propia invención'. Y en la recámara del Capitán Ellos se reunieron para la fiesta; Ellos la apuñalan con sus cuchillos acerados, Pero no pueden matar a la bestia. Lo último que recuerdo Es que estaba corriendo hacia la puerta. Yo tenía que encontrar el pasaje que me llevara Al lugar donde estaba antes. 'Relájate', dijo el hombre de la noche, Estamos preparados para recibirte; Tu puedes reservar en cualquier momento que quieras, ¡Pero nunca puedes irte!



Mietras leía la letra en castellano, mi mente empezó a reproducir las palabras -ahora nítidas- en inglés: "Welcome to the Hotel California; is a lovely place..." Pensé en una película de terror que vi en el 2007, que tenía que ver con el gastado tema de los hoteles encantados, se llamaba 1408, creí que, similar a la película, algo ocurrió en un hotel, del Estado de California, en 1969, y que era esa la alusión hecha en la letra. Así empecé a profundizar sobre el tema, adentrándome en la leyenda urbana...



Algunos quieren creer que lo que dice la banda acerca de su creación es cierta, pero existen otros iluminados más que piensan que la versión de la banda es solo una pantalla que cubre algo más siniestro.



Versión de la banda


Según la banda, la canción es una alegoría acerca del hedonismo y la autodestrucción de la industria de la música en el sur de California en fecha de finales del decenio de 1970. Don Henley considera esta canción como "nuestra interpretación de la alta vida en Los Ángeles" y, posteriormente, reiteró que "es básicamente una canción sobre el lado oscuro del sueño americano y sobre el exceso en los Estados Unidos", tema del que ellos saben mucho.El Hotel es California, mostrada en un estado de putrefacción interna. Es el lugar metafórico donde la corrupción artística de las estrellas de música rock impera y son aprisionados entre sus paredes para no poder salir jamás.



La teoría del Satanismo


Muchas han sido las interpretaciones de la letra de la canción. Inclusive que posee un tema satánico o fantasmagórico. Algunos llegaron a creer que el Hotel California existió. En realidad, sí existe un Hotel California en Todos Santos, Baja California, México; pero nada tiene que ver con el que se relata en la canción. De hecho, ninguno de los integrantes de la banda llegó a pasar la noche allí, ni siquiera han pasado cerca de ese lugar y, por lo tanto no escribieron la canción en ese lugar.



Relación con Anton LaVey


Muchos piensan que la canción se hizo a petición del satanista Howard Stanton Levey, quien más tarde se cambiaría el nombre a Anton Szandor LaVey (Abril 1930 – Octubre 1997) y que el Hotel Califonia representa a la primera Iglesia de Satán. LaVey es conocido principalmente por haberse autoproclamado como el Papa Oscuro o Papa Negro. Los creyentes de esta teoría sacada de los pelos declaran que la figura de LaVey se encuentra en la imagen del poster interno del álbum, en el balcón del segundo piso. Muchos creen que el Hotel California es el lugar donde LaVey escribió la Biblia Satánica.Según la web jesus-is-savior.com, el autor se atreve a afirmar que los integrantes de la banda Eagles estaban muy involucrados con la Iglesia de Satan. Dan como dato que el representante de la banda, Larry Salter, había admitido el 28 de febrero de 1982 al diario Tribune-Herald de Waco, que en verdad la banda tenía vínculos estrechos con la Iglesia de Satan. Sin embargo, una búsqueda en la web del Tribune-Herald no trae ninguna referencia a esta noticia. Si tal cosa fuera verdad, otros diarios importantes la tendrían, pero de igual modo, una búsqueda en internet solo trae resultados de páginas web que portan exactamente la misma noticia tal y como aparece en jesus-is-savior, solo que traducida. Esto forma parte de la rumorología, donde una noticia amarillista termina siendo difundida por todo el orbe y tomándose como cierta.Muchos piensan erróneamente que la fecha dada en la canción, 1969, es la fecha de fundación de la Iglesia de Satan, mas esto no es verdad, ya que existen registros que muestran que la fundación de dicha iglesia fue en 1966, fecha que LaVey proclamó como el año Uno o Anno Satanas, el primer año de la Era de Satanás.



La teoría del Purgatorio


La interpretación que más seguidores ha afianzado es que el Hotel California es el purgatorio de las creencias católicas y que el narrador es un viajero que falleció en la carretera pero que aún no lo sabe. De hecho nada hay de satánico en las letras, aunque la palabra "beast" quiera relacionarse con la Bestia apocalíptica del cristianismo.Esta teoría nos menciona que el narrador de la historia muere en una carretera desertica por la noche debido a un accidente automovilístico. El problema es que él aún no se da cuenta de su nueva naturaleza. Llega al Hotel California decidido a descansar y una mujer le da la bienvenida, mientras escucha unas campanadas. La mujer enciende una vela para mostrarle el camino ya que por alguna razón, el hotel debe estar a oscuras por la falta de energía eléctrica y en el pasillo escucha unas voces que no sabe de quienes o de dónde provienen. Las voces le dan la bienvenida al Hotel California, un lugar con abundancia de cuartos en cualquier época del año.Mucha gente hay ahí. Unos bailan otros solo están observando sin hacer nada. EL tiempo pasa y el narrador pide que le traigan el vino para cenar. El capitán de meseros le responde que no han tenido ese tipo de bebida espirituosa (licor) desde 1969. Se va a su cuarto a dormir, pero es despertado a mitad de la noche por las mismas voces fantasmales. Al día siguiente, en un cuarto con espejos en el techo y sentado a la mesa con una botella de champaña reposando en hielo, la mujer le menciona que todos los huéspedes y trabajadores se encuentran prisioneros ahí debido a sus propias creaciones e invenciones. Lo que sigue es un poco oscuro y más confuso. En las recámaras de alguien importante al que llaman el Maestro, todos se reunieron para un festín. Sacaron los cuchillos de acero y, a pesar de que apuñalaban a una bestia, no pudieron matarla. Lo que nuestro personaje vió, lo asustó de gran manera que comenzó a correr buscando el lugar por donde entró. Pero por más que corría y buscaba por los alrededores no podía encontrar la salida. Pronto, le sale al paso el cuidador nocturno y le pide que se calme. Le menciona que todos los trabajadores del hotel están entrenados para recibir a la gente. Que el puede pedir lo que quisiera y salir del hotel, pero que jamás podría abandonar el lugar por completo.Si uno como audiencia, puede tragarse la teoría del purgatorio, lo demás viene fácil. El Hotel California es el limbo donde están las personas que no pueden ir al Cielo, pero no se encuentran tampoco en el Infierno. Todos ahí dentro saben de su condición e intentan convencer y enseñar a los recién llegados cual es su nueva condición y cual es la naturaleza del lugar al que han llegado. El narrador de la historia recibe la noticia, como posiblemente los demás nuevos, con perplejidad y miedo a enfrentar su situación.



Post Scriptum:


* Warm smell of colitas, rising up through the air


Muchos mencionan que ese aroma es la razón del relajamiento que el narrador experimenta y por el que posteriormente explica que su cabeza se hacía pesada y su mirada se sentía cansada por lo que no podía ver claramente: My head grew heavy and my sight grew dim. Unas pocas personas creen que los autores mencionan el aroma debido a que algunas personas moribundas mencionan antes de fallecer que están experimentando la sensación de un olor particular. Es decir, huelen un aroma delicioso que en realidad no existe. Esto es análogo a la sensación de ver a personas fallecidas tiempo atrás, o sentir en la boca un sabor.



* This could be Heaven or this could be Hell


El narrador da esta declaración a manera de duda. No es ni una cosa ni otra, ya que se encuentra en el Purgatorio.



* And still those voices are calling from far away


Voces que el narrador escucha pero de las que no puede localizar su origen o de quien provienen. Las escucha dos veces antes de darse cuenta de su nueva naturaleza.



* La palabra espiritu


Los autores juegan con las palabras. A los licores se les conoce también en ingles como spirit.



* Colitas


Como mencioné anteriormente, colitas es una de las palabras usadas en la canción que más controversia y polémica ha causado en foros de discusión. En varias páginas se menciona que es un tipo de flor que solo se desarrolla en zonas desérticas. Sin embargo, no existe ninguna referencia a flor alguna en las páginas de botánica a la cual se refieran de esta manera. Otras personas mencionan que es el aroma de la mariguana siendo quemada y la razón que dan es que la palabra colitas es una mala traducción al inglés de la palabra colilla, como en colilla de cigarro, siendo el tal cigarro de mariguana. Como muchos saben, los cannabinoides tienen la propiedad farmacológica de relajar los músculos. La sustancia tarda menos de 25 segundos en llegar al cerebro. Una última teoría nos habla de que el narrador es una mula (en la jerga de los narcóticos es la persona que transporta droga) y que de alguna manera su automóvil sufrió un accidente y al incendiarse los paquetes de mariguana comenzaron a despedir el olor a quemado con aroma a colitas. Ésto es lo que el personaje huele antes de morir.Lamentablemente los autores no aceptan ninguna de estas teorías acerca de colitas y vamos a tener que especular acerca de qué es lo que significa realmente.



Otras leyendas irrisorias


Aún hay foros de opinión que recogen pedazos de la historia y quieren que se agreguen como parte del folclor alrededor de la leyenda.Algunos dicen que el Hotel California era un motel donde unos canibales se comían a los huéspedes. Otros mencionan que el cálido olor de colitas que se eleva por el aire es en realidad el olor de la mariguana ardiendo, y que la canción es una apología a esta droga.Existen incluso foros donde mencionan que los integrantes de la banda The Eagles eran seguidores de Anton LaVey siendo que no existen pruebas que confirmen este hecho.Que las fotografías del álbum fueron tomadas en el auténtico Hotel California, cosa que no es verdad, ya que fueron hechas en el Hotel Bevery Hills que se encuentra a 30 minutos del Aeropuerto Internacional de Los Angeles.



El Hotel California Real


Uno puede visitar el Hotel California que se encuentra en la localidad de Todos Santos, pueblo está situado a 80 kilómetros al sur de La Paz y a 73 al norte de Cabo San Lucas; en el estado mexicano de Baja California Sur. Este Hotel California, construído en 1947 y cuya inauguración fue en 1950 por sus fundadores, el señor Don Antonio Wong y su esposa Trinidad no tiene absolutamente ninguna relación con el Hotel California de la canción, a excepción, como ya sabemos, de la admirable coincidencia de nombres.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

De viajes intergalácticos abordo de la Daewoo II

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Saliendo divisé a la Daewoo decentemente llena (aclaración: generalmente los pasajeros van tan revueltos abordo que el espacio vital no cabe con uno mismo). Titubeé al reconocer que, además de cruzar corriendo la autopista -esquivando automóviles-, tendría que subir al bus cogiendo con una mano mi pedazo de torta de chocolate. Lo peor de todo es que ya ni ganas tenía de comerme ese pastel por el que acababa de pagar un sol con veinte centavos, era un total desperdicio de dinero y ahora se transformaba, además y todavía, en un estorbo, una masa potencialmente hecha para manchar de chocolate a los demás pasajeros. Mientras hacía la acrobacia de subir, pagar, darle un mordizco a mi torta, mostrar mi carné universitario y 'avanzar al fondo'; me veía a mí mismo como un marrano, y en cada mordida, migajas de color marrón caían sobre los pasajeros que iban sentados, el extremo cremoso manchaba las blancas camisas de los trabajadores que volvían a casa y mis retinas soportaban todas las miradas de desprecio lanzadas por los pasajeros ensuciados. La música era la detestable cumbia de siempre, sin embargo mi torta -y yo comiéndola en un bus lleno- se me hacía aún peor. Si la cumbia tuviera ojos seguramente le hubiese clavado una mirada igual a la que la chica sentada frente a mí arrojó sobre mi pupila.


Mi mochila bamboleaba, pesada, cuando algún pasajero pasaba por mi costado; yo, con los cachetes inflados por un chocolate cremoso que se hacía cada vez más pegajoso en el interior de mi boca, intentaba detener el movimiento a guisa de péndulo que realizaba mi mochila y que amenazaba con golpear la cabeza de la chica sentada frente a mí. Y la detenía con éxito, como aquel arquero de fútbol defendiendo con reflejos su portería. Ella sólo me miraba cada más feo mientra escuchaba su propia música a través de sus audífonos. El bus frenó y subió una docena de universitarios frente a la puerta tres de la universidad de San Marcos; ella comprendió que ni Íker Casillas la salvaría de ser golpeada por mi bamboleante mochila, y yo me sentía tan estúpido sin poder terminar de tragar mi torta de chocolate.


- Yo cargo tu mochila por ti.

Sus mejillas rosadas y sus manos lindas aunque algo descuidadas, y yo con los cachetes inflados, temiendo que las migajas marrones escaparan por mis labios masticando mientras que al mismo tiempo intentaba lanzar un 'Gracias' varonil. No ocurrió ni lo uno ni lo otro: felizmente las migajas no salieron disparadas para manchar sus lindos cachetes, pero mi palabra de gratitud no salió para nada varonil, más bien ridícula.


Con la mirada trataba de ordenar al señor que iba sentado al lado de la chica de los audífonos que se bajase de inmediato del bus, temía que alguna señora gorda suba al carro y se parase a mi costado esperando que cuando el señor se digne a bajar yo le ceda ese asiento. Cogí el último trozo de torta, importándome nada el que mis dedos se manchen con la crema, y lo introduje de un golpe a mi cavidad bucal, la muchacha me miró nuevamente y yo me avergoncé, así que consulté rápidamente mi reloj para evitar el cruce de miradas, la bolsa asquerosa de la torta manchó mi chompa cuando doblé el brazo para ver la hora, introduje la bolsa en mi bolsillo casi por reflejo, luego advertí que mi pantalón resultaría manchado, la muchacha sonrió al ver mi rostro de nerd aflijido por la pésima actuación, el señor se levantó pidiendo permiso, ella se arrimó contra la ventana y felizmente ninguna vieja gorda estaba cerca mío para impedir que me siente a su lado. Me devolvió mi mochila y yo intenté mejorar mi 'Gracias'. El resultado no cambió.


En el transcurso noté que no podía preguntarle la hora a causa de que ya había mostrado mi reloj pulsera. Si hubiese sido una película de Hollywood hubiese ocurrido alguna desgracia, algo se hubiera salido de control y yo hubiera podido salvarla mediante un reflejo heróico; claro, y ella sería Megan Fox. En vano esperé una balacera, o a los hinchas de la U que regresaran contentos tras vencer al Cienciano; nada de eso ocurriría. Opté por sacar a Julio Cortázar de mi mochila y empezar a leer, y, por supuesto, quitarle a esa chica todas las dudas hasta ese momento esperadas: mi figura era la de un completo nerd.


Pasaba una por una las páginas, y por dos ocasiones logré percatar que la muchacha leía conmigo, lamentablemente un bostezo de su parte me permitió saber de inmediato que Cortázar no era de su agrado; luego, ella le bajó el volumen a su walkman, y dejó descansar su cabeza sobre el vidrio de la ventana. Cortázar y yo nos reprenderíamos como lo hizo alguna vez Gabriel García Márquez en uno de sus cuentos peregrinos, ¡Carajo, por qué no nací Tauro!


Tras terminar de leer un cuento opté por sacar mi Perú.21, mi sudoku, y empezar a desarrollarlo en su delante. No solamente ella sabría que quizá yo era el más nerd de los nerds, sino que, en mi idiosincracia, empezaba a sospechar que mi estupidez 'intelectualoina' le hacía gracia, me parecía haberla descubierto sonreír en más de una ocasión durante ese viajecito; quizá ella podría ayudarme a desarrollar el rompecabezas numérico, quizá ella me hablaría a mí primero. Ella volteó, me vio con una mirada alguito mejor que la que sugiere el asco, y volvió a perderse entre su música y sus pensamientos contra la ventana. Ello me exigió batir mi propio récord: siete minutos exactos para resolver un sudoku cuatro estrellas Perú.21.


¡Cuántas veces había logrado con éxito entablar conversación con la chica sentada a mi costado! Siempre sacaba como mínimo el nombre, un par de veces intercambié direcciones electrónicas, hoy sólo me aguardaba el fracaso. Quizá estaba rompiendo la regla dorada de todo mujeriego ocasional: no interesarse realmente, jamás perder la intensión netamente deportiva, no dejarse embobar. Giré rápidamente las páginas del diario hasta llegar al Crucigrama. ¡Lotería! Esa era la estrategia. La muchacha, ya sin pena ni rechazo, se inclinó hasta descansar sus hombros sobre los míos y poder observar atentamente el crucigrama. Empecé rápidamente para detenerme luego, demostrando mi absoluta incapacidad para desarrollarlo, invitándola a dar su opinión, rogándole con mi lenguaje corporal que se uniera y me soplara alguna palabra. Quizá sí entendió el mensaje, pero quizá no se sabía ni una. Seguí desarrollando el crucigrama, ella me observaba atentamente, sentía su mirada sobre mi bolígrafo. Oí unos golpeteos, levanté animoso mi vista hasta encontrar la suya, preguntándole visualmente '¿Cómo?'. Pero ella me miró como a bicho raro; noté que los golpeteos eran por el seguimiento de la batería de la canción que oía, el ruido escapaba a sus orejas y me pareció reconocer al baterista de Maná en Clavado en un bar. Seguí con mi crucigrama. ¿Me iba a hablar o no? Empezaba a desesperarme, ella me seguía observando. Jugándome el buen concepto, temiendo que ella me considerase un desadaptado, reconocí de inmediato a Leisy Suárez, en la esquina inferior izquierda, pero se me ocurrió hacerme el que no recordaba su nombre, así que escribí la L y Suárez, dejando los casilleros en blanco para darle la oportunidad de decirme: "Amigo, es 'Leisy suárez'". Sentí su linda pero descuidada mano sobre mi hombro y comprendí que había perdido, y lo peor es que no le pregunté '¿Va a bajar?', sino qe se me fue un '¿Qué, ya?'; así como el niño del kindergarden que se queda jugando, por fin, con la niñita que le gusta tanto y que nunca antes le había prestado atención, y que a pesar de ser el 'camotito', centro de recepción de burlas por parte de la susodicha y sus amiguitas, se siente feliz, hasta que viene su mamá a recogerlo y éste, igual que yo en ese momento: ¿Qué, ya (nos vamos, mamá)?... ¿Qué, ya (se va a bajar)? Y ella me contestó; no un 'Sí', sino, peor que eso, un 'Sí, ya (se te acabó el tiempo).'

lunes, 19 de octubre de 2009

El turrón que no comí

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Todo comenzó con una propuesta indecorosa en octubre del 2006. Al año previo yo no había tenido la posibilidad de adquirir mi tradicional turrón de Doña Pepa, así que torturaba a mis amigos de universidad recordándoselos a menudo. Arte decía que ella era demasiado dulce como para ingerir esa miel con sus caramelitos multicolores, Me va a dar diabetes, Guishe; Jaime optaba por ignorarme, total, él sobre los demás estaba ya adiestrado para soportar mis niñerías. Coral lanzaba uno tras otro naipe mientras contaba del uno hasta el trece mientras que Violetta, Arte, Jaime y yo nos dábamos de manotazos intentando coincidir con la cuenta sin que nuestra mano sea la que resulte por encima de las otras. Gané prontamente el juego dejándole la disputa de la mano más nerviosa a mis compañeros, me eché sobre el césped y, mirando las hojas de los árboles, propuse comprar un turrón entero entre todos. Violetta se desligó del juego y, arrecostándose a mi lado, me susurró una nueva forma de ponerme nervioso: "Me das un beso y yo te compro un turrón para ti solito". En ese instante supe que moriría de diabetes.

Quizá ese fue mi milagro -no morado pero sí violeta- en octubre. El génesis fue el milagroso octubre a prueba de terremotos y de ahí fue calando a muchas otras festividades, tornando violeta los números rojos del calendario: un aterrador 'ya no te quiero' en Halloween, la promesa de un beso con luces de colores en Navidad, un 'te quiero más siete' en el Día de los Inocentes, una 'putamadreada' en su cumpleaños y este blog por escribir en San Valentín... Por ahí una carta asesina de las que advierte Raphael al final de Carnavales, un cuento que improvisé en mi onomástico para que la cursilería y el sentimiento no se me escape frente a ella, una escarapela metálica en Fiestas Patrias, el anhelado 'Sí' en Primavera y, como para terminar con el año 'violettano' con un show de despedida, una pelea de box en nuestro primer mes, donde fui yo el que terminó con un ojo morado. En ese 2007 tampoco pude comer turrón, me parecía demasiado ironico.

Ante la ausencia de más argumentos literarios, y aprovechándome del mes para forzarme a escribir, escuchando el nuevo disco de los Hombres G que mi hermano acaba de comprar, saboreo después de tanto esta tradición limeña que ya no es más dulce para mi diabético paladar. Quizá mi lengua perdió en aquel 2007 esa adicción infantil por el caramelo y la miel. Noto entonces que ella marcó mi calendario en festividades estratégicas, matando la tradición porque, lamentablemente, no habrá repeticiones costumbristas en esta historia, sólo el recuerdo y el culto casi religioso de aquel que va a visitar a los suyos en el cementerio por el Día de los Muertos.



Y tú, ¿tienes algún recuerdo por estas fechas?




Post Scriptum

A finales de los años 90 se publicó un cómic de Batman (ganador del Premio Eisner en 1998), titulado The long Halloween. En esta entrega el hombre murciélago va tras los pasos de un asesino conocido como Festivo, cuyo modus operandi era asesinar a sus víctimas en días marcados por el calendario (dígase Navidad, San Valentín, día de la madre, etc.), dejando como firma algún fetiche oportuno al día; el arma, un revolver silenciado por un chupón de biberón colocado en el cañón. El final del cómic mantiene su suspenso original, no sabiendo el lector si el asesino era el criminal confeso, si hubo más de un Festivo, ¿quién pudo haber sido? Quizá el mismo Harvey Dent, quizá su esposa... Yo creo que pudo ser Violetta.

miércoles, 7 de octubre de 2009

De viajes intergalácticos abordo de la Daewoo

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En sí la Daewoo (ahora Consorcio Vía) empezó a hacerse fama por estos medios cibernéticos gracias a las crónicas de mi amiga Sandesca; sin embargo creo poder aportar algo al respecto (gran pretexto para escribir).




Supongo que no tendría nada de especial en comparación con otras unidades de transporte a no ser por la ausencia del grotesco cobrador que, además de incomodarte con sus ladridos, te improvisa un nuevo tarifario con unas doctrinas aritméticas innovadoras acerca del término 'medio' y cómo esta división puede ir variando directamente proporcional a la distancia que uno se dispone a recorrer. Quizá sea esa disciplina reglamentaria del 'sube por delante, baja por detrás', tocando el timbre antes de llegar al paradero, y ese anhelo por mejorar el sistema de transporte público que incluso hasta mejora el 'arte' de los 'trabajadores callejeros' que suben al bus (muchos de ellos son tan buenos con la quena, zampoña, charanguito, etc.; que hasta logran el milagro que la cumbia sea gustosa a mi oído). Todo ese 'algo' que convierte a la Daewoo en el bus 'interprovincial' (hasta interplanetario) que conecta a Macondo (entiéndase: zonas remotas, periféricas al centro) con la capital peruana (que para muchos es San Marcos y no Lima), en aquella nave que llega en nuestro rescate cuando nos encontramos lejos de casa, de noche, y heridos tras otro día de supervivencia urbana; nos recostamos contra el asiento y observamos las estrellas yellow del alumbrado público volar fugaces por la ventana mientras que, poco a poco, nos entregamos al largo sueño engatuzados por la melodía radial (siempre y cuando no esté en la Q o en esas emisoras cumbieras), sin quizá pensar en el pasajero que va al costado viendo cómo parte de su vida queda arrollada en la carretera.






"Guishe se ha marchado para no volver, la Daewoo de la mañana llega ya sin él..."


- Pucca Pausini*




Recuerdo que mi primer beso fue a bordo de la Daewoo, allá en mis días de cachimbo. En aquellos días nos encontrábamos de noche, luego de clases, para ir a tontear por los pasajes secretos de la ciudad universitaria; la enrumbaba y corría al paradero a esperar a mi góndola citadina, y abordo, seguíamos intercambiando tiernas frases bobas y cursis a través de los mensajitos de texto por el móvil. Me embriagaba en la música Inolvidable e imaginaba nuestro futuro mientras buscaba asiento disponible. El viaje de dos horas era el ingrediente secreto que aportaba el toque de surrealismo posterior a nuestras citas: yo seguía en ella -ya sin ella- y el mundo al otro lado de la ventana valía menos que el medio pasaje; el bus era una burbuja, una armadura hermética que conservaba su esencia en mí, y aún podía verla en aquel asiento, con su cabello todavía largo y sin tinte y su ropa de chachimba; aquella sonrisa de despedida a través de su ventana mientras yo dirigía mis dedos a mi sien en señal de 'hasta luego'. Ésa era la máquina de El Pensamiento, mi biblioteca rodante en tiempos de exámenes y, actualmente, mi máquina de tiempo, donde puedo ver a través del cristal mi rostro imberbe de 17 años.




¿Y cuál es tu línea de transporte favorita y tu mejor anécdota de viaje?

miércoles, 26 de agosto de 2009

Diario de un Vagabundo 002

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“Mi hombro se rompe, primero me traiciona mi cuerpo, y después lo hace mi ciudad; ambos nos hemos vuelto demasiado viejos”.
-Batman, Hush*



Siempre he sido reacio a la idea de madrugar, ya sea para estudiar, hacer un trabajo monográfico o gastarme yendo a fiestas y/o reuniones nocturnas; soy uno de esos tipos de gustos sencillos pero bien definidos, y entre ellos, me gusta mi sueño profundo, me gusta dormir a mis horas sin ser interrumpido, no sólo porque sea saludable (a continuación una frase propia del año pasado, léase, fatídico 2008), sino por respeto a mis citas y apariciones somnolientas mezclado con un enfermizo afán por vivir más del lado de los dormidos que por el de los despiertos, encontrando en el punto entre la vigilia y el sueño el portal místico hacia un pasado ya distante. Menciono ello porque creo encontrar aquí la causa posible más científica a una racha de mala suerte a guisa de esas maldiciones de veinticuatro horas.

Sucede que tenía un trabajo en grupo pendiente, el tema era el Régimen de Empleo Público para el curso de Derecho Administrativo II. Más por presión por parte de mi jefa de grupo que por responsabilidad, estuve entregándome a ello sacrificando mis horas de sueño, terminé al tercer día. La fecha de entrega coincidió con la fecha letal, Yesterday. Tenía clases, entrega de monografía, un examen parcial de Títulos valores y una mini cita con mi jefa de grupo para entregarle unos apuntes. Me bañé para despejarme de la mala noche y salí presuroso por coger el autobús que me conduciría a la universidad, y ahí empezó todo…

15:27
Subo al vehículo…
Nota del autor: mi contextura corporal es la del muchacho talla medium – delgado; aprovechando mi contextura ligera me desempeño como arquero de fútbol desde que tenía quince años de edad, por lo que mis reflejos están altamente desarrollados, acostumbrado a los saltos y a las maniobras. Medias de loco lanzó la hipótesis de que mis huesos podrían tener cavidades huecas, similar a la de las aves, para poder flotar en el aire; yo lo he comprobado con el correr de los años.

15:29
El autobús empieza a marchar lentamente mientras yo camino hacia un asiento vacío cerca del final del corredor, con la mano izquierda guardo mi carné universitario y con la derecha mis cuatro soles de vuelto. El chofer da un freno brusco para evitar un choque, veo cómo los pasajeros se golpean con el asiento adelante de ellos mientras que mi cuerpo es lanzado violentamente con dirección al chofer; mientras estoy suspendido en el aire utilizo mis dos brazos tratando de sujetarme de los asientos que voy dejando atrás rápidamente; no sólo no lo consigo, no sólo mi codo derecho se lesiona en mi intento, sino que me freno chocando de espaldas contra los fierros de la pequeña cabina del conductor. Sonrío ante la mirada de los pasajeros y vuelvo a caminar en busca de mi asiento disponible, veo que la manga blanca de mi polo empieza a teñirse de rojo.

17:32
Luego de haber dejado el trabajo de Administrativo para que una compañera lo entregue, me dispongo a buscar a mi jefa de grupo que seguramente estaría en la hemeroteca estudiando para el examen de Títulos Valores, estoy descendiendo hasta el sótano (porque en la facultad de Derecho se tomaron muy en serio eso de “ratones de biblioteca”) cuando mi coordinación muscular falla, tropiezo y ruedo escaleras abajo. Ello ocasionó un leve resentimiento en mi pierna derecha pero felizmente nadie lo notó.

20:17
Después de haber visto sólo unos breves minutos a mi jefa de grupo, luego de haber dado el peor examen en nuestros cuatro años de universitarios, inmediatamente después de dejarla en su carro rumbo a Miraflores (la ruta opuesta a la mía), decido optar por mi camino favorito rumbo a la Católica en busca de un carro con asientos vacíos; corro, salto –como ya varias noches he hecho-, atravieso la tierra revuelta y los escombros dejados por Castañeda y su caprichoso deseo por destruir Lima y mi San Marcos con su anillo vial, cuando mis piernas no dan con el impulso necesario para saltar un hueco que en el camino está, y caigo, intento impulsarme con los brazos para no terminar dentro del hoyo pero resulto rodando por las piedras y fierros dejados; la rodilla me arde, la cabeza está raspada, y el dolor del primer accidente del día reaparece y la espalda empieza a matarme. Oigo voces al otro lado de la pista, por el lado correcto para transitar; una chica le dice a su enamorado que vaya a ayudarme; el suficiente incentivo para levantarme, recoger mi mochila que sí cayó al hueco, y seguir caminando con zapatos vagabundos.

20:20
Ignoro el dolor y empiezo a correr nuevamente, buscando un teléfono público para tratar de convencer a mi jefa de grupo que se baje de su carro y se venga a comer una pizza conmigo. El teléfono no contestó.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Blogito ergo sum

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Esta entrada es sOlo para avisar de la pronta renovaciOn del bodrio presentado por Guillermo LOpez a un verdadero blog de interEs nacional y temas actuales: como las increIbles series presentadas por MTV (parental control, next, room raiders, my bff, etc), los problemas existenciales de emo-lienteros cn cacharro de Caraduras (cuya muerte no pudiste superar), raje extremo d la farAndula chicha y tigresas del oriente en general q a Guillermo tanto le gusta, poesIa barata d la argolla homosexual de bohemios en portadas de circo beat, polItik lame-axilas del mal menor, ETC.

...MENTIRAS!...

Estamos en parciales, no en remodelaciOn.

Guillermo postearA muy pronto, sOlo necesita un beso y una nueva historia, o una nueva no-novia ( "amixes", apUntense!!! posteen ahora, posteen ya! )

Por cierto, un consejo sexista (del duenho del blog) a un hombre q no puede decidir q calcetines ponerse en la manhana:

-N dice: Nemo, cuando estás pensando entre dos chicas y no sabes por quién decidir, ¿qué haces?, ¿qué hago?
-G dice: Moneda al aire

...y por eso fumo marihuana (sorry, pero tU no empezast cn esa frase, Cayo!)

miércoles, 12 de agosto de 2009

Diario de un Vagabudo 001

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NOTA DEL AUTOR: A la pregunta de que por qué no escribo nuevos posts tengo estas dos vergonzosas respuesta, siendo una la respuesta en sí y la otra un intento irresponsable de justificación: estoy en exámenes parciales, mis vacaciones terminaron, y, además y todavía, confieso que no se me ocurre nada ingenioso y de interés público para publicarlo, estoy envuelto en una especie de infertilización literaria temporal. "¿Y por qué no escribiste algo en vacaciones?"... ¿Se dan cuenta que mi excusa no tiene ni pies ni cabezas? (es una justificación coja y decapitada). En fin. Ayer, después de dar mi examen de Procesal Penal II, no se me ocurrió mejor idea que estrenar mi lapicero nuevo garabateando las líneas que a continuación presentaré; es una mala copia del diario de Roschard, espero sepan entender... ¿Nunca les ha pasado que, de un dia a otro pierden la capacidad de escribir?



Diario del vagabundo del sombrero, martes del once de agosto del dos mil nueve, quince horas con siete minutos; el verdugo entra al patíbulo acompañado de sus asistentes, las pruebas contenidas en un sobre blanco tienden de sus dedos, consulta su reloj. Llegan dos de los tres últimos alumnos faltantes que vi en la tarde; "Habla, poeta de las alcantarillas", me dice el primero; el segundo entra a paso lento, me siento más orgulloso que nunca de portar casaca de cuero, empieza a hablarme y los que me conocen se impactan ante una conversación tan fluída pero que él y yo sabemos cuán forzada es; somos interrumpidos por el verdugo al mismo tiempo que éste ejecuta a su primera víctima basándose en un simple minuto de tardanza, ordena que se cierren las puertas y que nadie más ingrese; yo sonrío y gozo al ver su cara pálida propia del que se ha salvado por poco.
El examen está lleno de trampas gramaticales y lógicas confusas, sostengo el lapicero con la boca mientras hago trazos con un lápiz rojo portaminas que me la recuerda entre sabores de torta de chocolate y un ocurrente sentido de culpa; para mí eso no es nada nuevo, no importante, y escribo mi nombre y código recordando a mi maestro. Mucho se discute si el Derecho es una ciencia o no, al menos el Derecho Penal no lo es, es más un arte, una maña de saber ladrar con más fuerza que el perro que te
plantan al lado -solía decir él-. "Penal no se estudia, se aprueba", dije yo aquella vez cuando el maestro me preguntó con voz de ebrio y se río a carcajadas de borracho. El examen concluye en silencio dejando sólo fantasmas de estudiantes engreídos y estudiosos, los susurros de qué respuesta iba en cual pregunta se oyen despacio en el salón, hasta que yo interrumpo con voz alta y burluna reaunadando mi conversación con mi enemigo acerca de unos cómics de DareDevil exhibidos en la última Feria del Libro; el verdugo gira su humanidad para sonreírme, sabiendo que quizá jamás llegaría a ser el primero en su clase con esa actitud desinteresada y desafiante, pero quizá el más efectivo.
Me alejo de la universidad utilizando las sombras, las proyecciones de luz de los faros públicos, las ventanas y retrovisores de cuanto carro regado en el camino encuentro, confiando en mis reflejos para sobrevivir en esas calles que apestan a polución, delincuencia juvenil y fornicación, pensando en cuánto la he extrañado desde aquel día, que hoy tampoco la he visto, preguntándome cómo le irá a ella en sus respectivos exámenes, preguntándome si tendré la misma suerte en las demás pruebas de la semana.

martes, 21 de julio de 2009

Acerca del AH1N1

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Con todo esto de la influenza mortal empiezo a alucinar con una ciudad similar a la de Raccom City: lúgubre, aparentemente desierta; perros hambrientos devorando la carne muerta de las veredas limeñas a guisa de los animales carroñeros. Un avión empieza a manifestarse por los aires del aeropuerto Jorge Chávez, se abre la compuerta y baja el primer viajero descuidado (Jaimito proveniente de Santiago de Chile) y de pronto sale de una alcantarilla algún peruano infectado por el virus AH1N1 y le vomita una mezcla de baba y mucosa nasal al rostro infectándolo con el virus del tocino. Los pocos sobrevivientes deben abrirse paso y tratar de escapar de la ciudad antes que sean exterminados por los agentes limpiadores.

Sería demasiada paranoia para un virus que, si bien es cierto es real, puede no es tan malo como aparenta. A continuación algunos datos de prevención:

1. El virus porcino vive sobre una manija o cualquier otra superficie lisa tan sólo 10 horas, siendo muy útil el alcohol para limpiar y aniquilar el virus.
2. El medio más eficiente para contagiarse no es la vía aérea –como muchos piensan-; el virus no vuela y no alcanza más de un metro de distancia. El medio más eficiente para el contagio es la humedad, dígase mocos pegajosos (¿han visto al Lonje Moco?), baba y lagaña.
3. Una técnica muy factible para evitar el contagio es evitar el llevarse las manos al rostro: ojos, nariz ni boca (sé que en el transcurso del día como que da ganas de frotarse los ojos; ¡no lo hagan!) lavarse las manos con mucha frecuencia y no andar con gente enferma (entiéndase de gripa, ya que los demás enfermos siempre abundan y generalmente escriben boberías en la Internet).
4. El virus incuba en promedio de cinco a siete (otra vez el siete) días y los síntomas aparecen casi de inmediato, por lo que se recomienda empezar a tomar medicamentos dentro de las 72 horas, la mejoría es del cien por ciento. A propósito de eso último, el actor que interpreta a Ron en las películas de Harry Potter se enfermó y se recuperó satisfactoriamente. Por cierto, los medicamentos deberían ser totalmente gratuitos y de estar enfermos es nuestro deber exigirlos, ya que hay un acuerdo por parte del gobierno de suministrar los medicamentos gratuitamente.
5. El virus entra al cuerpo generalmente al besarse las mejillas, o el contacto con el rostro como detallamos en el numeral 3; recomendación: seleccionar bien a quién besa.
6. En principio el virus no es letal, lo que ocasiona la muerte es la complicación de la enfermedad causada por el virus, que viene a ser la neumonía. El virus genera una cascada de reacciones como deficiencia respiratoria, provocando la neumonía severa.
7. HA HA HA Esta pregunta me la han planteado mucho (¡Juventud adicta a los videojuegos y películas de ciencia ficción!): ¿El agua que sale de los caños puede transportar el virus?, ¿alguien podría infectar el agua potable? No se puede por contener químicos y estar clorada.
8. ¿Cuando se inicia el contagio, antes de los síntomas o hasta que se presenten?
R: Desde que se tiene el virus, antes de los síntomas.
9. Una vez te recuperas del virus quedas totalmente inmune.
10. El virus no es como el amor, es decir, no está en el aire, en el ambiente. Cuando una persona que lo porta estornuda o tose, el virus puede quedar en las superficies lisas como manillas, dinero, papel, documentos, siempre y cuando haya humedad. Ya que no se va a esterilizar el ambiente se recomienda extremar la higiene de las manos.
11. Por ahí un político chistoso dijo que, de no alcanzar el dinero para comprar tapabocas, bien se podría cortar un sostén por la mitad y ya se tienen dos… ¡Payaso! Habrá que pedirle la ropa interior de su mamá, esposa e hijas a ver qué opina. ¿Es útil el cubre bocas?
R: Hay algunos de más calidad que otros, pero si usted está sano es contraproducente, porque los virus por su tamaño lo atraviesan como si éste no existiera y al usar la máscara, se crea en la zona de la nariz y boca un microclima húmedo propicio al desarrollo viral: pero si usted ya está infectado úselo para NO infectar a los demás, aunque es relativamente eficaz.
12. Para los hinchas de Gokú que gustan de hacer ejercicios al aire libre: pueden hacerlo normalmente, aspirar el aire libremente, ya que el virus no se encuentra ahí.
13. Comer naranjas y, en general, tomar vitaminas C no sirve para prevenir la infección pero ayuda a resistir su ataque.
14. No, no es como en Resident Evil donde los perros Doberman o los cuervos transportan el virus T; el AH1N1 no puede ser portado por las mascotas… Bueno, quizá por el Cerdo Araña, nada más. Desencadenen a sus perros, por favor.
15. Otra pregunta Resident Evil: Si voy al velorio de alguien que murió por este virus, ¿puede contagiarme el mismo virus asesino que seguramente sigue habitando su cuerpo? No, nenes, no.
16. Las mujeres embarazadas tienen el mismo riesgo de nosotros, pero por dos; por lo que se recomienda una atención médica especial en el tratamiento. Sobre las lesiones que sufriría el feto aún desconocemos acerca del tema.
17. ¿Puedo tomar acido acetilsalicílico (aspirina)?
R: No es recomendable, puede ocasionar otras enfermedades, salvo que usted lo tenga prescrito por problemas coronarios, en ese caso siga tomándolo. Otro mito legendario, el del muchacho precavido que vale por dos: de nada, hermanos, de nada; no sirve tomar medicamentos antes de ser infectado.
18. Otro mito: ¿Una gripe convencional fuerte puede transformarse en la Influenza mortal? No.
19. ¿Qué aniquila al virus? El sol, más de cinco días al medio ambiente, el jabón, los antivirales, el gel de alcohol.
20. Para evitar el contagio se acude al aislamiento.
21. Este numeral dedicado al señor Juvenal Silva, Presidente del club Cienciano del Cusco quien vacunó a sus jugadores contra la influenza estacional: NO SIRVE DE NADA. Vaya a comprar videojuegos y culturícese; total, es la única educación que recibimos por parte del Estado.
22. Camino por mi barrio un mocoso sale y “Detrás de ti imbécil” (R.E.4), me tose o estornuda y yo lo pateo de inmediato… Es poco probable, en sí los niños son poco afectados; el virus mayormente está atacando a personas mayores de veinte años.
23. ¿Se puede comer carne de cerdo? Háganlo, y es rica carne; no tiene nada que ver, no hay riesgo alguno.


“SI LEEN ESTE COMUNICADO, ES PORQUE YA LO SABEN, USTEDES SON LA RESISTENCIA”
- Terminator 4*


www.alanocturna007.blogspot.com

domingo, 12 de julio de 2009

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No sé bien la razón, pero siempre que recuerdo mi niñez, el Presidente del Perú es Alberto Fujimori y Alberto Andrade es el flamante Alcalde de Lima; incluso hasta recuerdo su eslogan perfectamente y esa cancioncita que lo anunciaba: “Perú Posible, equipo que trabaja bien”.

Hace ya un buen tiempo de su deceso y no puedo evitar proyectarme hasta mi niñez y comparar la Lima de aquel entonces con esta de Castañeda Losio; y es que he empezado a sospechar, alucinar (como aquel paciente de Arkham, ya con los nervios totalmente destrozados e incapaz de percibir la realidad), que Castañeda es un agente principal en el gran complot por eliminar mi pasado. Primero empezó por remodelar mi ruta de transporte, obstaculizando a más no poder la Panamericana Norte; construyó su famoso by pass en Puente Piedra y con esto desapareció a los transportes interprovinciales (propiamente dichos y no sólo apodados como la Daewoo, ahora Consorcio Vía –de ese cambio de nombre también culpo al señor Castañeda-). El Huaralino… Recuerdo que cobraba hasta tres soles de pasaje, pero daba gusto viajar en él; los asientos eran de primera, cien por ciento cómodos, no tenías que lidiar con los cobradores, podías cerrar la cortina si sufrías los síndromes vampirezcos anti luz solar y disfrutar de una buena película mientras te transportabas alrededor de Lima la horrible.

Intentó destruir el parque sanmarquino frente a la facultad de Derecho; aún ahora puedo ver cómo sacaban en rectangulitos el grass que fue cómplice de mil y una escapadas de clases, cuadriláteros donde se libraron una u otra sesión de “ocho locos” primero, y una lectura de cartas, cortesía de Artemisa, después. Yo creí que enloquecería totalmente si arrebataban del suelo sanmarquino el arbolito retorcido; felizmente que sólo fue un intento fallido por parte del actual alcalde, sin embargo le bastó esa invasión para llevarse las banquitas del extremo izquierdo (mirando hacia la ex - puerta 2) del parque, donde solía estudiar mis separatas de Historia de la Cultura y donde fui encontrado alguna vez.

La vista desde la cafetería cerca de la ex – puerta 2 nunca más volverá a ser la misma, y con ello Castañeda no sólo ataca mi pasado sino a todo el Romanticismo extendido a lo largo de los siglos por personas valientes que pudieron, mismo Leono, ver más allá de lo evidente y traspasar las fronteras de la lucidez y la razón; ahora sólo nos deja ver unas barricadas color fierro oxidado… ¿Para qué las lunas entonces, señor alcalde, para qué?

Modificó durante muchos meses, por eso de las “construcciones”, mi ruta de salida, mi sendero de escape universitario cuando ya no podía soportar más a mi facultad verde kryptonita, aunque debo agradecerle que el salir por debajo de ese puente (¿habrá alguna serpiente?) estimula bastante a la melancolía y sobresalta aún más la calidad de refugio de La Farola (cuidado aquí, porque de caminar bordeando los perímetros de la Católica no se podrá escapar al terrible hedor que proviene de esa universidad). Quizá ella ya olvidó todo esto y muchas cosas más, no me extrañaría que también fuera esto obra y desgracia del señor alcalde, por lo que yo ahora, antes de padecer el insomnio político, denuncio estos abusos.


HA HA HA Ya fuera de bromas, sólo escribía para decirle “adiós” a mi alcalde de Lima, Alberto Andrade Carmona, que pudo sacarle brillo y sonrisa a la capital aún bajo el sombrío gobierno de Alberto Fujimori en una suerte de Ying-Yang político gubernamental, y porque aún recuerdo entre sonrisas aquella anécdota de los cañones* HA HA HA Descanse en paz, alcalde.


(*)Cuando empezó a remodelar la Plaza Mayor de Lima, se encontraron dos cañones antiguos en el subsuelo, que Andrade decidió que sean arreglados para ser expuestos en el palacio municipal. "¿Dónde los ponemos?", le preguntó su entonces regidor Manuel Masías. "Hay que ponerlos en el segundo piso apuntando a Palacio de Gobierno", decidió Andrade con picardía.

Desde Palacio comandado en aquel entonces por Alberto Fujimori, mandaron a decirle que mueva los cañones hacia otro lado, y Andrade replicó: "pero si no tienen balas, ¿a qué le tienen miedo?". Pese al fastidio del ex presidente, los cañones se mantuvieron en su sitio durante toda la gestión del líder de Somos Perú.



P.S. Volviendo a mis denuncias contra Castañeda: como el señor alcalde no se conformó con destruir mi ruta de transporte y destrozar mi pasado, también se las ingenió para desmoronar mi presente (que ya forma parte del triste pasado) y mi futuro. Construyó unas nuevas escaleras en el Cruce de Ventanilla -el paradero de mi casa- dejando un gran precipicio, dejándonos, a nosotros los peatones nocturnos, al asecho de unos bandidos que, aprovechando esta remodelación, no han dudado en aprovechar geopolíticamente el estrecho sendero para atacar a cuanto peregrino de nocturnidad se acerca; yo fui una de las víctimas, y a pesar de dar valiente lucha no pude detenerlos cuando corrieron llevándose mi teléfono celular... ¿Coincidencia, señor alcalde, que sólo se llevaran mi Guille-comunicador? Ahora ya no me puedo comunicar con Ella, después de lo que me costó reconciliarme, después del puto año 2008. Pero no se saldrá con la suya, porque nosotros somos inmortales y no pueden detenernos.

miércoles, 24 de junio de 2009

El Juramento del Diablo Guardián

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"A mi mejor amiga, Alexandra Cedillo: a esos labios sabios que enseñaron a besar y a mis labios que aprendieron a ser beso para ti".



La foto de Pucca apoyada en el hombro derecho de Nemo –que estaba vestido con su camisa celeste a cuadros y con su boletín de rifas en el bolsillo de su camisa-, sus lentes, su celular Samsung, su reloj CASIO, su portaminas rojo y una carta dirigida a Pucca sobre el escritorio que mamá le había regalado a Nemo.

El hombre no puede ganar nada sin perder algo a cambio. Para crear, algo de igual valor debe dejarse. En la facultad de Derecho y Ciencias Políticas hubieron jóvenes intrépidos y valientes que soñaban con disfrutar del jugo de la vida y se divertían leyendo sus historias, que soñaban con ser escritores. Esta es una historia de amor del estudiante de Derecho, Guillermo López y sus leales amigos. En ese tiempo buscábamos la razón al porqué de la existencia humana.



Lo primero que hizo llegando a casa fue saludar a su perro mientras echaba llave a la puerta principal. Se dirigió al balón de entrenamiento que siempre estaba en el jardín cuando él más lo necesitaba. Lo jalaba elegantemente con su pie derecho hacia atrás. Empezaba a correr tras él casi inconscientemente, había algo que no le permitía desconectarse por completo. Tal vez fueron las palabras de Zavalita esa tarde, tal vez fue la promesa que Pucca le hizo y que él no quería que cumpliera, tal vez fue el hecho de que Dios le haya dado la espalda. Se alejaba más y más de la portería que él y su hermano habían fabricado con su imaginación, y pateó con todas sus fuerzas una y otra vez hasta que quedó sin fuerzas. Por alguna extraña razón él no podía llorar aunque sentía, desde antes de la última conversación de la tarde, que su alma se desmoronaba en pedazos. El alma lloraba sin que los párpados llegaran a nublar su pupila. Mamá salió totalmente asustada por los ruidos que provocaba el balón al chocar contra la pared. Ante el interrogatorio de mamá, Nemo sólo contestaba con un hipócrita “estoy bien”. Miau, miau, miau. Lo único que él quería era estar a solas con el teclado de su computador, la comida –aunque de manera increíble- parecía no importarle. Estaba por llevarse su arroz chaufa -¿Por qué tuvo que cocinar chaufa?- cuando mamá lo detuvo: Amor, no puedes llevar la comida a la computadora porque pueden venir las hormigas. Definitivamente, Nemo, no estaba de humor para negociaciones: Entonces dáselo al perro. Le dolía el hecho de pensar que mamá era la única persona en este desagradecido mundo que le sacaba las cebollitas al arroz para que él pudiera comer tranquilo. Miau, miau, miau. Al empezar a escribir hizo exactamente lo que Pucca siempre le aconsejaba: que escriba primero y que después piense en un título adecuado. Miau, miau, miau.



Simplemente él no quería aceptarlo, siempre lo había deseado, pero siempre le había tenido miedo, el miedo ingrato de depender de alguien para sonreír. Pero era estúpido tratar de disimular y negar la evidencia, él siempre la traía consigo; a la hora de afeitarse y toparse con algún granito reventado por sus uñas, al peinarse y escuchar su segura burla en la universidad por el estúpido peinado de raya al costado que siempre llevaba, por las flores blancas o púrpuras que siempre colocaba, ella, en el bolsillo de sus camisas; al mirar su reloj CASIO, contando los segundos del minuto siete, mirando por la ventana de la cafetería mientras su sopa se enfriaba, mientras el grupo MANÁ se hacía presente con sus Labios compartidos; por las hojas del césped que caen en la alfombra cuando él se sacaba la camisa para dormir; absolutamente todo tenía su esencia. Le recordaba la canción de la película La boda de mi mejor amigo. Miau, miau, miau.



(¿Realmente había algún sentido para seguir viviendo? Al final todos moriremos y dormiremos eternamente. La teoría de la primera descarga: una vez que asesinas a alguien, realmente puedes vivir asesinando sin remordimiento alguno. ¿Cómo poder huir del Pensamiento? ¿Acaso viviré siempre hipnotizado por el televisor? Todo es un círculo vicioso, todo lo que creí que era importante, a la larga me valdrá madres, si logro atajar un penal siempre habrá más y más penales, tarde o temprano caeré derrotado. ¿Cuándo acabará este mar de sentimientos y sufrimientos? ¿Vale la pena vivir mendigando una entrada al cielo? ¿Vale la pena haber existido? ¿Si le hubiese contado la verdad me hubiese querido todavía? ¿Realmente no se dio cuenta que las cenizas del cigarro me quemaron la mano sin que yo lo sintiera? Yo que soy el ave fénix, yo que soy su Diablo Guardián, soy invulnerable al fuego) Miau, miau, miau.



Aún recordaba el día en que la conoció. Cuando la vio conversando con el niño huevón. Esa sonrisa de niña acomodada, esa carcajada que hacía suponer que era una chica llena de felicidad pero que, sin embargo, su mirada decía todo lo contrario. Cuando Nemo se resignaba con sólo escucharla hablar de una fiesta en la Católica, cuando Nemo se preguntaba el porqué del esmalte negro en sus uñas. Nemo tenía que ingeniárselas para escuchar su clase sobre Max Weber y para encontrar una manera de poder retirar el letrero de “soy una chica que sólo ha venido a estudiar, así que no me jodas, pajero de mierda” de la frente de Pucca. Miau, miau, miau. Un día, Nemo esperó, siempre calculando el tiempo con su reloj CASIO, que el niño huevón se fuese al baño y que dejase sola a Pucca; aprovechó el descuido de la defensa y decidió un ataque sorpresa: alfil toma peón de torre. Miau, miau, miau.

- Buenas tardes, disculpa, creo que tú eres de mi grupo de Historia, ¿no? –preguntó, Nemo, con un nerviosismo ridículo-.

- ¿Qué, si? –contestó despectivamente, Pucca, al intento estúpido de amistad y siguió leyendo-.

Nemo se sintió avergonzado y volvió su mirada a su carpeta. Lo pensó demasiado. ¿En qué pude haber fallado? Se dice que uno siempre tiene que saber cuando retirarse, sólo un tonto se queda a embestir cuando ya no hay posibilidades de triunfo.

- Perdone la interrupción, señorita; -volvió al ataque mientras extendió su mano en busca de la blanca mano de Pucca- mi nombre es Guillermo López, mucho gusto.



¿Cómo se distingue un sueño de la realidad? Nemo recordaba con miedo aquellas pesadillas en las que él estaba consciente de que estaba soñando pero, que sin embargo, no podía despertarse. ¿Cuándo se puede decir “yo realmente conozco a esa persona”? Recuerdo que cierta vez decidí escribir sobre Nemo, él estaba algo disgustado por lo que me dio miedo utilizarlo, entonces decidí darle el gusto de pedirle autorización para escribir su historia con Pucca. Es que me divierto con sus anécdotas y sus ocurrencias, sus desgracias y calamidades. Al preguntarle el dónde conoció a Pucca, él me contestó que una vez en un sueño. Podría escribir de memoria lo que me narró:

En serio, fue un sueño, ambos soñamos lo mismo. Recuerdo que era una mañana de miércoles (del día miércoles), supongo que sería después de la clase de Economía. Como siempre en los sueños interesantes, uno no sabe cómo empieza, pero sí sabe que está ahí, sabe que siente.

Las hojas caían, no sé si porque estábamos en otoño o porque estábamos en un sueño. Habíamos escapado de la clase de lógica y de nuestra facultad. Nos encontrábamos sentados en una banquita del parquecito del árbol torcido y de la piedrita mágica. Zavalita me había advertido que en ese parque ocurrían cosas extrañas. Yo no podía creer que ella estaba ahí, al lado mío. Estaba nervioso porque estas oportunidades no se presentan dos veces, tenía que ordenar mis ideas y cuidar la armonía y la elegancia de mis palabras. Por primera vez, ella me había invitado a entrar en “su burbuja”. Recuerdo que no podía entender el cómo siempre hacía para ganarme la confianza de las mujeres en sólo un instante de la conversación. No sabía bien si yo la había escogido a ella o, ella me había escogido a mí. Lo único que sabía era que desde esa mañana, una clase de relación más grande se formaría.

Al despedirme, no tuve el valor de darle el beso en la mejilla correspondiente, me sentí impotente, ridículo; me desprecié a mí mismo por mi extremada timidez; sólo conseguí estrecharle mi mano, al igual que cuando nos conocimos.



Miau, miau, miau.



Sucede que a veces dos almas caminan buscándose sin saber que van a encontrarse. ¿Qué es lo que hace que dos almas se unan? ¿La conveniencia? ¿Eso que los hombres llaman cariño? ¿La maldición del amor? ¿El miedo de que la persona escogida se vaya? ¿Al igual que cuando Milk se fue? Nemo aún recordaba cuando, por su negligencia, su perra había muerto. La manera en cómo trató de reanimarla, las lágrimas que derramó por su can y que nunca hubiera derramado por humano alguno. Como se encogió en el suelo, como después de ser vencido en un penal no atajado, pero, ¿cómo podía devolverle la vida a su perra? Miau, miau, miau. Le daba miedo el pensar que, al igual que Dios le quitó a su perra, también le podía quitar a Pucca, le podía quitar a sus amigos, le podía arrebatar sus sueños. Ya tanto le había arrebatado la vida, tantas veces había pensado que lo mejor era no depender de nada ni de nadie, que simplemente no podía aceptarlo. Le daba pánico quedarse solo, tanto tiempo viviendo en soledad. Miau, miau, miau. Recordó cómo la ira le dio fuerzas para levantar el cuerpo inerte de Milk, como ese día cargó todas esas tablas y maderas, las fuerzas que lo impulsaron a salir corriendo en busca de kerosene, la chispa que encendió al tronar sus dedos para incinerar el cuerpo de Milk. Miau, miau, miau.



¿Cuándo la besaste, sentiste algo en el estómago, cosquillitas? –le había preguntado Rina esa tarde negra-. Lo que él sintió al besarla fue una mezcla de miedo con ternura y algo que nunca había sentido. En realidad, Nemo nunca había besado a una chica en todos sus dieciocho años. Miau, miau, miau. Recordó que en el EJEC, los adolescentes de su iglesia habían orado para que, en la primera persona que besen, encuentren a su esposa respectiva. Nemo nunca creyó en esas tonterías, pero siempre lo tenía en mente desde entonces. Miau, miau, miau. Esa mañana, en la Daewoo, realmente, él, por respeto, de ninguna manera la hubiese besado. Es sólo que ya una duda estaba clavada en su mente, como una bomba que tenía que estallar tarde o temprano. Cuando Pucca se acercó y le soltó ese ahora o nunca, Nemo sólo pensó: esto es incorrecto y totalmente desventajoso para mí, pero el nunca es una palabra categórica, es un tiempo del que no podré escapar por más que intente hacerlo; tal vez esta oportunidad no se me vuelva a presentar, ahora o nunca. Miau, miau, miau. Cuando ambos escondieron sus rostros debajo de la casaca de Nemo, cuando ella se acercó (demonios, se supone que debo cerrar mis ojos, pero si cierro mis ojos puedo fallar y besarle en no sé, su nariz tal ves; mejor no cerraré mis ojos hasta que mis labios estén al lado de los suyos, y una vez en esa posición, recién cerraré mis ojos), cuando él decidió cerrar sus ojos para abrir su alma, sintió el mismo miedo que le dio al enseñarle su cicatriz en su mano izquierda, sintió que logró desconectarse de este mundo; cuando sentía sus labios, cuando él trataba de responder, sin querer se habían trasladado a ese sueño hermoso en donde se conocieron por primera vez, al menos Nemo así lo recordaba. Miau, miau, miau. Él se aferraba al brazo de Pucca, agarraba fuertemente su mano con la misma fuerza que un bebé se aferraba a los brazos de su madre. Cada beso, cada abrazo, él lo sentía y lo vivía como una despedida, por eso es que los daba con una pasión pura, ya que no sabía cuánto tiempo estaría a su lado; tenía miedo de que algún día todo ello llegara a su fin. Pero a pesar de todos estos sentimientos, Nemo se protegía negándolo, para él era más fácil tratar de engañarse a sí mismo, sin embargo sabía que ya no era él mismo que era antes de empezar a leer El Diablo Guardián. Miau, miau, miau.



(Zavalita tiene razón, si te costó trabajo reponerte al encanto de la princesa verde, seguramente esto –que ya se hacía más intenso- te matará de una vez y para siempre. Es peligroso, no es seguro. Miau, miau, miau. Pero soy feliz con ella. Miau, miau, miau. ¿Qué es la felicidad? Miau, miau, miau. Es estar inmóvil, en un solo lugar, y no querer irte nunca, querer quedarse ahí para siempre. Cuando estoy con ella, sólo le pido a Dios que detenga el tiempo, que si pudiera quedarme con ella otros dieciocho años más, asumiría el intercambio equivalente con toda una eternidad en el infierno. Miau, miau, miau. Tú eres el juguete, nada más, ella quiere a Trumpo, y más que a Trumpo lo quiere a él (el innombrable). Miau, miau, miau. ¡Cállate! Mientes. Ella si me quiere, me lo ha dicho. Miau, miau, miau. Sé consciente, ¿cuáles son tus armas, tus mentiritas? ¿Cuánto durará? Sabes que en vacaciones ella estará lejos de ti, ¿lo soportarás? Miau, miau, miau. Tienes razón, pero entonces qué debo hacer, si después del amor está la nada, ¿qué sentido hay para la vida? Dios nos creó y no nos dijo cómo se debe vivir, no vinimos con un manual. ¿Qué quiere que hagamos? Miau, miau, miau. Miau, miau, miau. Miau, miau, miau.

¡Maldición! Callen a ese jodido gato. Maldito sea ese gato, ¡cállate! No me jodas más, Guntz. Todo esto es estúpido, nada tiene sentido, sin embargo está ahí, ¿por qué? ¿Te das cuenta la clase de cobarde que soy? Ni siquiera tengo el coraje para jalar el gatillo, aborrezco la vida, ansío la muerte, pero no puedo jalar el maldito gatillo. ¿Para qué pelea la gente? ¿Por qué pelean y para qué? ¿Por qué Shingi tiene que seguir piloteando el Eva 1? ¿Por qué Shun tiene que seguir matando gente? Yo nunca quise hacerle daño a ese niño, sólo me defendí, sin embargo ahora preferiría que el paralítico hubiese resultado yo. Fue mi culpa, si no hubiese ido a jugar fútbol ese domingo, si me hubiese quedado estudiando historia, Milk estaría viva. Yo la maté, yo la incineré.)



Esa tarde en la que Dios manifestó su desaprobación retirándonos la luz del sol y dejándoles sólo nubes negras, esa tarde en donde, por incentiva de Artemisa, los narcisistas empezaron a jugar al tan polémico “verdad, castigo”, Nemo se sentía desprotegido, sabía que todas las preguntas de esos futuros abogados irían en su contra, en una crítica por su relación informal con Pucca. Se sentía en la tan temida ronda de penales, donde, por supuesto, él sería el arquero, donde estaría la vista de todo el mundo. Fueron muchas las preguntas, a ella le preguntaban cosas como: ¿quién besa mejor, Trumpo o Nemo?, ¿sigues estando con Trumpo?... A él le preguntaban: ¿cuándo la besaste, sentiste algo, en el estomago, cosquillitas? Ambos dijeron que se querían, pero ese día, al salir, sabían que ya no sería lo mismo. Nemo temía la decisión radical que, como toda mujer, Pucca tomaría al respecto. Pucca lo pensó mucho y tomó el dedo meñique de Nemo y le prometió que no lo volvería hacer. Lo que él quería era que ella no cumpliese con esa promesa, él sabía que sería el fin, que tal vez perdería a Pucca, no de una manera física, pero si sentimental.

- Pero, yo te quiero –trató de solucionar la situación, Nemo-.

- Pero cuando vuelva a venir Trumpo, como ese martes, tú volverás a sentirte mal, reventarás de cólera y yo no quiero que sufras –respondía Pucca.

- Pero mi labor no es quejarme ni reclamar nada, para eso estoy aquí, a mí nadie me ha engañado, yo sé en lo que me metí y no me quejaré –contraatacaba, Nemo.

- Sin quejarte, como mi Diablo Guardián –preguntó Pucca con una esperanza en sus ojos-.

- Exacto. Como arquero siempre salgo lastimado y arriesgo hasta el físico por defender mi portería; siempre sin quejarme; -sonreía Nemo y contestaba con determinación, jurando solemnemente protegerla siempre- y ahora, como Diablo Guardián, ya no arriesgaré sólo el físico, sino hasta la vida. Sin quejarme.

miércoles, 17 de junio de 2009

El Batman de Tim Burton

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Era el año 1989 y Batman celebraba su pentagésimo aniversario. Batman había dejado de ser el héroe oscuro y gótico para ser ridiculizado en esas series de acción de los 60`s (protagonizadas por Adam West) en donde la frase célebre pertenecía a un Robin tarugo que ante cualquier estupidez saltaba con: "Santos bla bla bla, Batman". Es en ese contexto donde la Warner Bros decide llevar al hombre murciélago al cine, encomendando tan "sagrada" misión de resucitación a Tim Burton (luego de haberse dado a conocer con Beetlejuice). Actualmente Batman ha cumplido ya setenta años y una nueva versión sobre el mismo en la pantalla grande nos mantiene a la espectativa: Batman, Gotham City 2011. Decir como muchos que es la mejor obra cinematográfica que de este legendario personaje se ha hecho sería redundar (decir que es la más fiel al cómic también está de más), sin embargo siento necesario rescatar del limbo del olvido al trabajo del gran Burton, ya que él mismo salvó del mismo destino al vengador oscuro.

Burton iniciaría lanzando los cómics de Batman al aire para abrirse paso con su espectáculo; sacaría de su extraño mundo de Burton a una ciudad Gótica tan oscura como nostálgica, el Jóker dejaría de ser el Némesis del Caballero Oscuro para convertirse en su origen, puesto que aquí es éste -y no Joe Chill- quien asesina a los padres del joven Bruce Wayne (Dime, niño, ¿has bailado con el Diablo bajo la pálida luz de la luna?). No es sólo la banda sonora (y gracias a la pela de Burton, cada vez que pienso en Batman se me viene a la mente esa musiquita), sino esa melancolía de Bruce Wayne (por ejemplo en su ritual anual de la rosa en el callejón donde murieron sus padres) que ni en esta nueva versión se puede apreciar a cabalidad. La personalidad de Bruce (interpretado por Michael Keaton) era la del tipo despistado, casi - casi un autista (que no está seguro de ser Bruce Wayne cuando Vicky Vale le pregunta por... Bruce Wayne) que es incapaz de encontrar sus calcetines sin la ayuda de Alfred.

Ya en 1992 Burton dirige la segunda entrega con Batman Returns. Definitivamente en esta entrega predomina enormemente el fetichismo de Burton en la historia volviendo aún más oscuros a sus personajes (y de paso arrastra consigo a la navidad), tanto fue así que incluso, en ese tiempo, se consideró demasiado oscura la película como para los niños. Deliberadamente Burton da rienda suelta a su iamginación y dirige una orquesta con los payasos del Triángulo Rojo, el traje de Catwoman (que, por obra y gracia de Tim tiene notables rastros de hilos y costuras caseras; muy parecido a las extremidades de Sally en The Nightmare before Christmas) y el aspecto de El Pingüino.

Este filme resalta por su banda sonora tan melancólica como la vida de sus personajes (tanto la del Pingüino como la de Catwoman), así como por el romance entre Batman y Catwoman. Definitivamente me quedo, entre mis imágenes favoritas, con el beso Gatúbela, y ya como menciones honrosas el segudo beso Gatúbela (ese donde electrocutan a Max Shreck), la muerte del pingüino y los pingüinitos llevándose el cadáver hasta el fondo de las acantarillas (totalmente fantástica la escena; uno no sabe si reírse o ponerse a llorar), Alfred deseándole feliz navidad (más sarcástico no pudo ser) a Bruce y Catwoman mirando la batiseñal como imagen final (que en realidad ya no es la silueta de Michelle Pfeiffer, si no un animatronic)... ¡Diantres! Son muchas escenas: el nacimiento del Pingüino y ese llanto de bebé, la nieve cayendo y la música. Y es que no todas las películas de navidad tienen que tratar de Papa Noel.


"Un beso bajo el muérdago... El muérdago puede ser mortal si se come."
"Pero un beso puede ser todavía más peligroso si es verdadero."



P.S. La escena donde Catwoman se come al pajarito no tiene truco.
P.P.S. En 1993 se hizo un videojuego producido por Konami para Súper Nintendo; muy bueno.
P.P.P.S. Magnífica banda sonora compuesta por Danny Elfman, gran aliado del director Tim burton ya que ha puesto música a la mayoría de sus películas. Para quien no conozca su trabajo, le puede ser familiar bandas sonoras como Pesadilla antes de Navidad, Eduardo Manostijeras, u otras no relacionadas con Tim Burton como el tema principal de Spiderman, o el famosísimo tema de la serie los Simpsons y Futurama.
También he de decir que además de Danny Elfman, esta banda sonora vale la pena escucharla por una aportación excepcional como es la canción "Face To Face" de Siouxsie & the Banshees, compuesta juntamente con Elfman, especialmente para la película y basada en la relación entre Catwoman y Batman.